La articulación temporomandibular es la que une el hueso temporal y la mandíbula en cada lado de la cabeza, permitiendo los movimientos de la boca que son necesarios para la masticación, la deglución y el habla. Su mal funcionamiento implica una pérdida de movilidad en el conjunto de la boca.
Es una patología infradiagnosticada, ya que en ocasiones el síntoma fundamental que ocasionan es el dolor referido a otras zonas del cuerpo tales como el oído, el cuello, la mandíbula, la cabeza, la columna cervical o la cintura escapular.
Las causas del mal funcionamiento de la articulación temporomandibular son variadas:
- Fracturas.
- Luxaciones.
- Bruxismo.
- Artritis.
- Los hábitos de mascar chicle o morderse las uñas, etc.
Además de dolor, también pueden presentarse otros síntomas:
- Inflamación.
- Limitación de la apertura y los movimientos de la boca.
- Ruidos en la articulación.
- Dolor en otras zonas de la cabeza, el cuello y la espalda.
El tratamiento de los trastornos de la articulación temporomandibular es muy diverso y dependerá del grado de afectación y de las causas que los producen. Los antiinflmatorios y los relajantes musculares pueden ser efectivos a la hora de calmar el dolor y la inflamación, pero pueden ser necesarios otros recursos terapéuticos como:
- La rehabilitación con sus diferentes técnicas.
- La utilización de férulas, prótesis u ortodoncia.
- La artrocentesis.
- La artroscopia en su doble vertiente diagnóstica y terapéutica.
- La cirugía.