Cómo prevenir la pérdida de hueso dental

El hueso del maxilar o mandíbula se denomina hueso alveolar, y es el que contiene o reviste las cuencas (o alvéolos) en las que se mantienen las raíces de los dientes. Es un hueso fino y compacto con múltiples y pequeñas perforaciones a través de las cuales pasan los vasos sanguíneos, los nervios y los vasos linfáticos.

La función principal del hueso alveolar es alojar y sostener a los dientes por medio de las fibras periodontales. Gracias a él los dientes se sujetan durante la masticación, la fonación y la deglución de los alimentos, siendo también en encargado de eliminar las fuerzas generadas por estas acciones.

Una de las particularidades de este hueso su capacidad de cambio, es decir, es un hueso que puede llegar a perder densidad y ser reabsorbido por varias causas.

El hueso puede perder densidad debido a una variedad de factores, que incluyen:

  • Pérdida de piezas dentales
  • Dientes mal alineados
  • Enfermedades periodontales
  • Traumatismos
  • Osteoporosis
  • Infecciones y tumores
  • Envejecimiento
  • Dieta
  • Desequilibrio hormonal
  • Estilo de vida
  • Medicamentos

Sin dudas, una de las causas más comunes de la pérdida de hueso dental es la falta de reemplazo dental. Cuando sucede una pérdida de una pieza dental y ésta no es reemplazada se produce un deterioro del hueso. Esto es debido a que los huesos maxilares se conservan mediante la presión y el estímulo de masticar, y cuando no hay pieza dental, el hueso se reabsorbe. Tanto es así, que se pierde hasta un 25% de hueso en un año después de la extracción de un diente si éste no es reemplazado.

Prevención de pérdida de hueso dental

La pérdida ósea se puede prevenir colocando dientes de reemplazo con una raíz que pueda ejercer la misma presión o una presión similar a la de los dientes naturales. Esto se hace reemplazando los dientes individuales con implantes dentales, o usando un puente o una dentadura postiza fija sobre varios implantes. Un implante dental permite sustituir la raíz del diente y mantener el hueso, la forma y la anatomía del diente natural, evitando la retracción gingival.

Asimismo, cuando los dientes están desalineados se produce una mordida incorrecta que provoca algo similar a cuando perdemos un diente: se pierde el estímulo necesario para el mantenimiento del hueso. Este problema debe ser tratado por un ortodoncista profesional que indicará el mejor tratamiento a seguir de acuerdo a la gravedad de cada caso. Con respecto a las enfermedades periodontales, hemos hablado en otros artículos sobre como prevenirlas y tratarlas a tiempo para evitar complicaciones como la pérdida de hueso alveolar.

En resumen, para prevenir la pérdida de hueso debemos conocer los factores de riesgo y actuar con rapidez cuando tengamos alguna complicación. La pérdida de hueso dental es una de las afecciones más complicadas a las que nos podemos enfrentar cuando hablamos de salud bucal y por eso es fundamental detectarlo a tiempo y prevenirlo. La baja densidad del hueso alveolar se puede detectar con anticipación mediante la captura de imágenes 3D con los escáneres CT de haz cónico. Cuanto más blanco es el color del hueso en la radiografía, más denso es. En la planificación para colocar implantes, teniendo en cuenta esto, se podrán evitar esas áreas de baja densidad.

En Navarro Clínica Dental estamos siempre atentos a las necesidades particulares de nuestros pacientes y es por eso que ofrecemos tratamientos personalizados y la más novedosa tecnología para conocer en profundidad las causas los diferentes problemas dentales. Te esperamos con el mejor equipo profesional en Salamanca.

Deja una respuesta